Hace dos días, escribí el tuit que veis en la imagen. Hoy, me siguen llegando contestaciones airadas de liberales diciendo que no todos defienden la venta de órganos y que quien vende un órgano, está tomando una decisión libre dentro de sus posibilidades, recurriendo además a la comparación entre explotaciones varias. Pues bien:
En condiciones de miseria, no hay decisiones libres, sino estrategias de supervivencia. Solo desde el más absoluto de los cinismos se puede defender como manifestación de la libertad individual, el sometimiento a prácticas que vulneran los derechos humanos y que ponen en riesgo la salud y vida de quienes se ven abocados/as a realizarlas.
Por otra parte, convendría que repasaran la teoría político-económica que defienden. Desde Locke hasta Nozick, abogan por una libertad individual tan amplia que sirva hasta para esclavizarse, llegando a defender conceptos como la "esclavitud civilizada" o la "esclavitud contractual". Y tampoco hace falta remontarse a textos pasados. Tenemos a charlatanes bien conocidos que gustan de llamarnos neoinquisidores/as y moralistas a quienes respetamos los derechos humanos, pidiendo regular el "mercado de compra-venta de órganos" (véase el artículo de Juan Ramón Rallo, "Venda un órgano, salve una vida" ). Son los mismos que piden la regulación de la prostitución y los vientres de alquiler; pues no tener más principio que el del libre mercado, lleva a propugnar que los seres humanos somos objeto de comercio.
Ricos comprando a pobres, hombres comprando a mujeres.
Quienes anteponemos la vida y dignidad humana a sus mercados, denunciamos estas patrañas neoliberales que hablan en términos absolutos de la libertad individual, sin análisis de ningún tipo de condicionamiento.
No es el mercado amigos, son sus ganas de esclavizar a quien no tiene más opción que el sometimiento.
En condiciones de miseria, no hay decisiones libres, sino estrategias de supervivencia. Solo desde el más absoluto de los cinismos se puede defender como manifestación de la libertad individual, el sometimiento a prácticas que vulneran los derechos humanos y que ponen en riesgo la salud y vida de quienes se ven abocados/as a realizarlas.
Por otra parte, convendría que repasaran la teoría político-económica que defienden. Desde Locke hasta Nozick, abogan por una libertad individual tan amplia que sirva hasta para esclavizarse, llegando a defender conceptos como la "esclavitud civilizada" o la "esclavitud contractual". Y tampoco hace falta remontarse a textos pasados. Tenemos a charlatanes bien conocidos que gustan de llamarnos neoinquisidores/as y moralistas a quienes respetamos los derechos humanos, pidiendo regular el "mercado de compra-venta de órganos" (véase el artículo de Juan Ramón Rallo, "Venda un órgano, salve una vida" ). Son los mismos que piden la regulación de la prostitución y los vientres de alquiler; pues no tener más principio que el del libre mercado, lleva a propugnar que los seres humanos somos objeto de comercio.
Ricos comprando a pobres, hombres comprando a mujeres.
Quienes anteponemos la vida y dignidad humana a sus mercados, denunciamos estas patrañas neoliberales que hablan en términos absolutos de la libertad individual, sin análisis de ningún tipo de condicionamiento.
No es el mercado amigos, son sus ganas de esclavizar a quien no tiene más opción que el sometimiento.
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