Decía Julio Anguita que con la dignidad no se come, pero que un pueblo sin dignidad se pone de rodillas y termina sin comer. Siempre tuvo razón. Y siempre trató de dignificar y concienciar al pueblo. Agradeceré eternamente su lucha y coherencia política.
No se olviden de él ni de sus palabras: "Cuando alguien está defendiendo a quien le explota, a los ‘mercados’ o a la clase política corrupta, ha llegado al nivel más bajo al que puede llegar un ser humano: bendecir la porra que le golpea, besar las botas que lo pisan".
Descanse en paz, maestro.
No se olviden de él ni de sus palabras: "Cuando alguien está defendiendo a quien le explota, a los ‘mercados’ o a la clase política corrupta, ha llegado al nivel más bajo al que puede llegar un ser humano: bendecir la porra que le golpea, besar las botas que lo pisan".
Descanse en paz, maestro.
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