Paula Fraga Arias (Lugo, 1988) desarrolla su activismo principalmente en su blog perspectivefeminista.com, que lo define como "un espacio dedicado a la divulgación de la teoría feminista". Acaba de recibir un reconocimiento por su trabajo como voluntaria en la Asociación Concepción Arenal, enfocado a la reinserción social de las personas que se encuentran en prisión. Ella también escribe para otros medios, y nosotros la conocemos por su intensa actividad en Instagram. Paula responde estas preguntas por WhatsApp.
¿Una jurista trabajando en las prisiones?
Es importante que el feminismo llegue a todas las mujeres en todas partes. La asociación desarrolla un programa formativo con varias áreas: una psicológica-conductual, otra parte dedicada a la mejora de las técnicas de expresión oral y escrita y la parte de la cual soy responsable, la enseñanza de teoría feminista. El objetivo es que las mujeres mejoren su autoestima y autoconciencia, que el curso sea una verdadera herramienta de empoderamiento.
¿Qué significa "mi cuerpo, mi decisión" para ti?
Es una clásica proclama feminista que significa que la mujeres debemos tener un control total de nuestra sexualidad y de nuestra capacidad reproductiva, esto es libertad y autonomía.
Esta es la idea que subyace, por ejemplo, en la lucha por el derecho al aborto. Es indignante como se retuerce esta máxima para perpetuar las explotaciones reproductiva y sexual. Quien pervierte así el lenguaje son las élites patriarcales y neoliberales, que crean estas narrativas para seguir sacando rédito económico de la explotación de la mujer.
El "mito de la libre elección" presupone que en una sociedad patriarcal, las mujeres no tienen la capacidad de decidir libremente. ¿Cómo influye este argumento en los discursos pro abolición o pro regulación de la prostitución?
De manera decisiva. La posición abolicionista tiene en todo momento presente que la decisión de entrar a la prostitución es coaccionada, motivada en la gran mayoría de los casos por circunstancias económicas y personales durísimas. El regulacionismo hace de la excepción la norma (de la mujer que teniendo alternativa, decide estar en prostitución), y habla constantemente de una libre elección que la mayoría de las mujeres en situación de prostitución no tienen. Esta idea de "libre elección" forma parte de las narrativas a las que antes me refería, nuevas formas de tentativa de legitimación de las instituciones patriarcales.
¿Cómo pueden las leyes combinar la regulación de la gestación subrogada sin caer en el capacitismo?
Las narrativas pro vientres de alquiler hablan de "libre elección" y "altruismo", pero no hay libre elección ni altruismo en condiciones de miseria, mediando contrato, con compensaciones económicas que se quedan en un alto porcentaje las empresas intermediarias y con renuncia de derechos como por ejemplo, el de filiación. Los vientres de alquiler son un negocio creado por el capital sobre la explotación reproductiva de las mujeres. Consecuentemente, como forma de explotación que es, no pueden ser regulados. Tenemos que exigir a las instituciones internacionales que la prohibición sea global.
Hay quienes compara la gestación subrogada con la prostitución, y quienes las comparan con la donación de órganos. ¿Cómo la enmarcas tú?
En la donación de órganos prima salvar una vida, en los vientres de alquiler el deseo (que no derecho) de ser padres a toda costa, incluso menospreciando la dignidad de otro ser humano. Además, no es una donación sino una commpraventa. Asimilo la prostitución a los vientres de alquiler porque ambos operan, como explican teóricas como Kajsa Ekis o Rosa Cobo, en la intersección entre el patriarcado (donde los hombres compran a las mujeres) y el capitalismo (donde los ricos compran a los pobres). Una es prostitución sexual y la otra, uterina o reproductiva.
Enlace a la entrevista El Salto Diario (O Salto Galiza)
¿Una jurista trabajando en las prisiones?
Es importante que el feminismo llegue a todas las mujeres en todas partes. La asociación desarrolla un programa formativo con varias áreas: una psicológica-conductual, otra parte dedicada a la mejora de las técnicas de expresión oral y escrita y la parte de la cual soy responsable, la enseñanza de teoría feminista. El objetivo es que las mujeres mejoren su autoestima y autoconciencia, que el curso sea una verdadera herramienta de empoderamiento.
¿Qué significa "mi cuerpo, mi decisión" para ti?
Es una clásica proclama feminista que significa que la mujeres debemos tener un control total de nuestra sexualidad y de nuestra capacidad reproductiva, esto es libertad y autonomía.
Esta es la idea que subyace, por ejemplo, en la lucha por el derecho al aborto. Es indignante como se retuerce esta máxima para perpetuar las explotaciones reproductiva y sexual. Quien pervierte así el lenguaje son las élites patriarcales y neoliberales, que crean estas narrativas para seguir sacando rédito económico de la explotación de la mujer.
El "mito de la libre elección" presupone que en una sociedad patriarcal, las mujeres no tienen la capacidad de decidir libremente. ¿Cómo influye este argumento en los discursos pro abolición o pro regulación de la prostitución?
De manera decisiva. La posición abolicionista tiene en todo momento presente que la decisión de entrar a la prostitución es coaccionada, motivada en la gran mayoría de los casos por circunstancias económicas y personales durísimas. El regulacionismo hace de la excepción la norma (de la mujer que teniendo alternativa, decide estar en prostitución), y habla constantemente de una libre elección que la mayoría de las mujeres en situación de prostitución no tienen. Esta idea de "libre elección" forma parte de las narrativas a las que antes me refería, nuevas formas de tentativa de legitimación de las instituciones patriarcales.
¿Cómo pueden las leyes combinar la regulación de la gestación subrogada sin caer en el capacitismo?
Las narrativas pro vientres de alquiler hablan de "libre elección" y "altruismo", pero no hay libre elección ni altruismo en condiciones de miseria, mediando contrato, con compensaciones económicas que se quedan en un alto porcentaje las empresas intermediarias y con renuncia de derechos como por ejemplo, el de filiación. Los vientres de alquiler son un negocio creado por el capital sobre la explotación reproductiva de las mujeres. Consecuentemente, como forma de explotación que es, no pueden ser regulados. Tenemos que exigir a las instituciones internacionales que la prohibición sea global.
Hay quienes compara la gestación subrogada con la prostitución, y quienes las comparan con la donación de órganos. ¿Cómo la enmarcas tú?
En la donación de órganos prima salvar una vida, en los vientres de alquiler el deseo (que no derecho) de ser padres a toda costa, incluso menospreciando la dignidad de otro ser humano. Además, no es una donación sino una commpraventa. Asimilo la prostitución a los vientres de alquiler porque ambos operan, como explican teóricas como Kajsa Ekis o Rosa Cobo, en la intersección entre el patriarcado (donde los hombres compran a las mujeres) y el capitalismo (donde los ricos compran a los pobres). Una es prostitución sexual y la otra, uterina o reproductiva.
Enlace a la entrevista El Salto Diario (O Salto Galiza)
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