Extraordinarias las Jornadas Internacionales sobre prostitución organizadas por Rosa Cobo en la Universidad de A Coruña. Todas las ponentes fueron magníficas y el cierre hecho por Rosa Cobo, magistral. Explicó como el corazón del feminismo es abolicionista.
Cuando ni siquiera existía la palabra feminismo, Mary Wollstonecraft ya definía la prostitución como una forma de violencia brutal sobre la mujer. Igualmente lo hicieron las feministas marxistas como Zetkin o Rosa Luxemburgo, las sufragistas, Simone de Beauvoir y las radicales como Kate Millett o Mackinnon. El regulacionismo se desarrolla posteriormente y muchas nos negamos a llamarle postura feminista porque legitima la compraventa de las mujeres para uso sexual de los hombres y perpetúa su privilegio de acceso a nuestros cuerpos. Son 300 años de teoría feminista y 300 años de abolicionismo, pese a quien le pese.
Estos días estamos viendo una campaña a favor de los vientres de alquiler con la clásica proclama feminista "nosotras parimos, nosotras decidimos". Lo mismo pasa con la prostitución cuando dicen que es una libre elección que incluso empodera a las mujeres. Esto es simplemente apropiación mezquina de nuestro discurso y un nuevo disfraz del patriarcado, que sabedor de que no atendemos a órdenes directas y que identificamos al instante las viejas estrategias, opta por una nueva: disfrazar la opresión sexual de transgresora y disidente. Pero la naturaleza de las cosas no cambia por referirnos a ellas con otros términos. La explotación sexual y reproductiva sigue siendo violencia, esclavitud y sometimiento. Las maestras abolicionistas nos enseñaron a identificar esto, por ellas y por las que vienen tenemos que comprometernos: ¡la lucha abolicionista continúa!
Cuando ni siquiera existía la palabra feminismo, Mary Wollstonecraft ya definía la prostitución como una forma de violencia brutal sobre la mujer. Igualmente lo hicieron las feministas marxistas como Zetkin o Rosa Luxemburgo, las sufragistas, Simone de Beauvoir y las radicales como Kate Millett o Mackinnon. El regulacionismo se desarrolla posteriormente y muchas nos negamos a llamarle postura feminista porque legitima la compraventa de las mujeres para uso sexual de los hombres y perpetúa su privilegio de acceso a nuestros cuerpos. Son 300 años de teoría feminista y 300 años de abolicionismo, pese a quien le pese.
Estos días estamos viendo una campaña a favor de los vientres de alquiler con la clásica proclama feminista "nosotras parimos, nosotras decidimos". Lo mismo pasa con la prostitución cuando dicen que es una libre elección que incluso empodera a las mujeres. Esto es simplemente apropiación mezquina de nuestro discurso y un nuevo disfraz del patriarcado, que sabedor de que no atendemos a órdenes directas y que identificamos al instante las viejas estrategias, opta por una nueva: disfrazar la opresión sexual de transgresora y disidente. Pero la naturaleza de las cosas no cambia por referirnos a ellas con otros términos. La explotación sexual y reproductiva sigue siendo violencia, esclavitud y sometimiento. Las maestras abolicionistas nos enseñaron a identificar esto, por ellas y por las que vienen tenemos que comprometernos: ¡la lucha abolicionista continúa!
![]() |
En la imagen mis compañeras Lydia y Cynthia de Mujeres por la Abolición, la autora Kajska Ekis Ekman ("El ser y la mercancía") y yo misma. |
Comentarios
Publicar un comentario